<< Viene de aquí. ¿QUÉ HAY AQUÍ PARA MÍ? PARTE 15

HUNDIR LAS NAVES

Aunque el colapso de la Burbuja Inmobiliaria puso en el punto de mira las hipotecas “basuras” de Europa desde el verano del 2007, logré mantenerme en el sector de la construcción hasta bien entrado el 2008. Cuando estalló la crisis económica fui al paro junto con 4 millones de españoles, y vi en ello mi gran oportunidad.

Impregnado como estaba de las enseñanzas de Abraham, era tiempo de poner esa teoría en práctica y me hice esta promesa: “Esta es la última vez que trabajo para un tercero… Voy a darle la vuelta a mi situación, pase lo que pase y caiga quien caiga”.

Cuatro millones de parados entrando de golpe a la maquinaria de desahucios, significaban un buen atasco de la misma y el tiempo que le tomara ponerse en marcha nuevamente, era tiempo que corría a mi favor.

¿Notas como estos pensamientos procedían del “miedo”? Del miedo de verme en la calle y sin dinero.

No tenía nadie a mi cargo lo cual era una doble ventaja: primero estaría despreocupado de arrastrar algún ser querido al abismo, si al final de cuentas las cosas se torcían y segundo tendría absoluta tranquilidad para jugar pacientemente mis cartas. Eso es… no quejas, no lamentos y nadie repitiéndote al oído todo el día lo mal que están las cosas, o preguntando a toda hora… ¿qué vamos a hacer?

Con esos puntos bien claro tocaba arreglar el último de mis “paros”, que a diferencia de los anteriores tuve el cuidado de domiciliar en un nuevo banco, pues si lo dejaba en mi banco habitual. Donde también estaba la hipoteca, ellos echarían mano de ese dinero, tan pronto como lo vieran llegar.

Parte de mi plan contemplaba cortar de raíz y para siempre cualquier subsidió del gobierno, porque entendía el daño que significa tener mi mente basculando hacia la aparente seguridad de esas ayudas… Y ya que ese sería el último subsidio, lo quería a disposición total de mi cruzada.

¿Has escuchado la frase “Quemar las Naves” que se le atribuye a Alejandro Magno, en una operación militar frente a las costas de Fenicia o “Hundir las Naves” que se le atribuye a Hernán Cortés, en los tiempos de la conquista de México quien, ante un motín que se produjo en una operación, mando a hundir – no a quemar- la mayor parte de su flota de barcos, para que nadie pensara en abandonar la misión debido a su dificultad? 

En ese modo “no hay vuelta atrás” arranqué. Y lo he mantenido por más de una década.

Hoy me resulta divertido escuchar las recomendaciones de un par de personas de las que me rodean, quienes en ocasiones han estado azuzándome para que arregle una ayuda del gobierno que supuestamente me correspondería por la edad… hasta me han sugerido que ya que no la quiero, que la arregle, para ellos cobrarla.

Una vez les respondí: “Saben, no estoy en este mundo para mendigar migajas… Y por otro lado… Dios me dio su Mente, para que junto con Él co-creara la abundancia que me saliera de las pelotas… Y fíjense bien en el… junto con Él… así que ni siquiera tengo que hacerlo solo”

Ambos son buena gente, muy trabajadora, servicial y hablo del asunto para que te sirvas de la enseñanza que hay detrás.

Uno de ellos además de trabajar duro toda su vida, ha tratado por 20 años de satisfacer su deseo de prosperar en la vida jugando lotería, día por día. Tanto dinero tirado y si revisas los resultados de su estrategia desde donde partió hasta donde ha llegado hoy, comprobarás que se ha movido a peor con el paso de los años. Creo que ya lo tiene tan asumido que por eso ha acuñado esta divertida frase… “Jodido pero contento”, como su respuesta automática cuando le preguntan… ¿Cómo estás?

Se irritan, se ofenden y alegan con todas sus fuerzas cuando me oyen hablar de estas cosas, y les entiendo primero porque es muy duro aceptar que tú mismo eres el causante de todo cuanto te ocurre - agradable o desagradable – y segundo, la tarea más dura de la vida es tomar el control de tu mente.

¿Y tú… Aún puedes con esto?

Genial, sigamos adelante, no “Hundiendo tus Naves”. No es, una transición violenta. Solo Da un Clic Debajo, tres simples y manejables pasos, te esperan para enseñarte a navegar alegre y consistentemente en dirección de Quien Eres. Los cambios son imprescindibles, pero puedes abordarlos suave y cómodamente y desde ellos recibir las maravillas que la Vida guarda para ti.

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