<< Viene de aquí. ¿QUÉ HAY AQUÍ PARA MÍ? PARTE 13

QUE "EL NO TENER DINERO" NO TE IMPIDA SEGUIR ADELANTE

Regresemos al tiempo que trabajé en la hostelería pues de ese lado del camino también ocurrieron cosas muy interesantes de contar, no para entretenerte sino porque pueden brindarte una perspectiva diferente de las cosas de la vida, y extraer inspiradoras lecciones.

Era mi segundo año en España, estaba al día con la deuda financiera que contraje para salir de Cuba y la mosquita de vivir independiente empezaba a zumbar detrás de mis oídos.

Un día estaba de visita en el apartamento de unos amigos y me llamó tanto la atención el color de las losas del piso, que empecé a jugar con las Técnicas de Control Mental Silva, las cuales conocía desde los 17 años, para visualizarme viviendo en un apartamento.

Era solo un juego, por lo que no le puse mucho esfuerzo, tanto fue así que después de aplicar las técnicas unas pocas veces me olvidé del asunto. Y ese desapego fue crucial en el curso que tomaron los acontecimientos.

Cambié la hostelería por la construcción pues ganaba más, trabajaba de día y tenía los fines de semana libres y cuando tuve suficiente dinero ahorrado, decidí que era tiempo de alquilarme mi propio apartamento.

Un sábado por la mañana tomé papel y bolígrafo para anotar direcciones y teléfonos de cuanto cartel “Se Alquila” encontrará al recorrer todas las calles del pequeño pueblo “El Fraile”, con la idea de luego visitar, apartamento por apartamento relajadamente.

Planifiqué mi recorrido desde el fondo del pueblo hasta la entrada y al abordar la segunda calle me encantó la fachada del edificio de la foto.

En una ventana de la primera planta deslumbraba un cartel “Se Vende” y mientras pasaba por debajo una ráfaga pasó por mi mente diciendo así: - Qué apartamentos tan lindos… Y de inmediato otra le siguió, diciendo: - Pero nuca será mío, porque no tengo dinero para comprarlo.

Seguí con mi recorrido y una hora más tarde mientras cubría la zona de la iglesia y la plaza, me doy cruce con un amigo. Hablamos un rato y al contarle en que andaba, me señaló una librería donde él había visto carteles “Se Alquila”.

Anteriormente había comprado libros allí y fui directo a indagar. Un señor mayor de nombre A. me atendió y me confirmó que estaba alquilando y también vendiendo. Cogí la dirección y quedamos en vernos esa día sobre las cinco de la tarde.

¡¡¡Sorpresa!!! Cuando me presenté en la dirección se trataba del mismo edificio de antes. Dice A: – Tengo cuatro apartamentos para alquilar y también los estoy vendiendo.

No tenía dinero para comprar un apartamento, ni siquiera tenía idea de cómo se compraba un apartamento, pero así y todo mi boca solo se abrió para decir… - Pues vamos a verlos. De los cuatro había uno que lucía más grande, gracias a unos metros cuadrados extras, que le daba la caja de luz del edificio.

A. quería 10 millones de pesetas por igual por cada apartamento. España estaba transitando de la peseta al Euro y mientras le escuchaba, pensé para mis adentros: Ya llegué hasta aquí, así que me dejaré llevar… Y dije: Me quedo con el apartamento de la caja de luz.

Ese lunes fui a mi banco y para no cansarte, el apartamento se tasó y resultó que su precio de tasación era de 13 millones de pesetas. Cantidad que cubría cómodamente la tajada que se llevaron los abogados, la tajada que se llevó Hacienda y los 10 millones de A.

Para finales del 2002 me había hecho de un apartamento sin tener dinero. Y en una época en que si pretendías una hipoteca de tu banco, ellos solo cubrían hasta un máximo del 80% del valor de tasación, tú tenías que buscar el 20% restante. Y hasta en ese margen fui afortunado, porque la cobertura fue tan amplia, que el banco puso menos del 80%.

De esa experiencia entendí porque mis compañeros de hostelería vivían de alquiler, lo cual siempre me pareció dinero tirado al váter. Y es que en esos años pocas personas se planteaban una hipoteca, porque dar una entrada del 20%, si lo hubiese tenido que poner de mi bolsillo serían un par de millones de pesetas, un ahorro casi imposible para el currante promedio, que vive de sueldo en sueldo.

Moraleja de la historia: Si te tiene paralizado una mosquita detrás de tu oído diciendo: “No tienes dinero”… Sacúdela y reemplaza ese pensamiento por algo más constructivo como: “Sigue Adelante”.

Asumiendo que para tu Ser Interior (Dios, que es quien Tu ERES) todo es posible… Y también que Él tiene caminos que tu desconoces.

Puedes conseguir ese empoderamiento personal, primero reconociendo que ya lo tienes y practicándolo consistentemente hasta que se convierta en tu manera natural de pensar.

Es una inversión del pensamiento con la que se te puede ayudar (apenas empieces con los tres simples pasos) en el Club Networking Conectivo (Da un Clic Debajo).

Dado que en este entorno encontrarás la oportunidad de aplicarte consistentemente los próximos años a la faceta - negocios & dinero - de tu vida.

¿QUÉ HAY AQUÍ PARA MÍ? PARTE 15. Continúa aquí >>